Cuando te identificas II
Si pudiera tomar nota de mí misma todos los días sería una
manera de no perderme, de enlazarme, porque es indudable que me huyo, no me
escucho, me odio y si pudiera divorciarme de mí no lo dudaría y me iría.
El más grande misterio de mi vida es éste: ¿por qué no me
suicido? En vano alegar mi pereza, mi miedo, mi olvido (se olvida de
suicidarse). Tal vez por eso siento, de noche, cada noche, que me he olvidado
de hacer algo, sin darme bien cuenta de qué. Cada noche me olvido de
suicidarme.
*Alejandra Pizarnik -Diario, 8 de marzo.
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