Solo sigue adelante, respira

¿Cuántas veces lloraste aplastando tu cara contra la almohada, 
sintiendo que tus esfuerzos no valían la pena y que hicieras lo que hicieras nada iba a mejorar?
¿Cuántas veces suplicaste al viento que todo se terminara de una vez por todas,
que tu tristeza era tan inmensa que ya no te cabían tantas penas en lo más hondo de tu ser?
¿Cuántas veces gritaste de impotencia, maldiciendo tu suerte y queriendo lanzarte al vacío para acabar con tanto dolor?
¿Cuantas? ¿Llevas la cuenta? 
¿Recuerdas como al día siguiente amanecías con la cara hinchada y los ojos hundidos?
Pero sacabas fuerzas de donde ya no tenías, te arreglabas el cabello, delineabas tus ojos, 
te ponías tu mejor blusa y te decías a ti misma que solo fue una mala noche más,
que otro día comenzaba y todo se iba a acomodar.
Pues si, todo, todo se acomoda en algún momento sin importar que tan grande pueda ser aquello que te aflige, mientras otro día asome, mientras puedas deslizarte de la cama aunque lo hagas de mala ganas,
mientras puedas abrir tus ojos, mientras puedas respirar... todo, todo se puede volver a acomodar.


Comentarios

Entradas populares