Sin cuidados extremos, siendo feliz.

A veces no sé que dirección tomar, pero siempre sé a donde quiero llegar...

Estos últimos días no me he estado cuidando tanto con la alimentación y el domingo fue la última vez que he hecho ejercicios. Resulta tan difícil llevar la constancia en los buenos hábitos, en mi caso el factor tiempo es el que generalmente me hace perder el ritmo. Pese a todo eso no he estado comiendo basura en cantidad industrial, me he dado los gustos no lo negaré, con este invierno lo único que quiero después del trabajo es llegar a casa, darme una ducha caliente, comer algo delicioso, tirarme a lo brazos de mi amado y ver televisión. Y sí, es posible vivir una vida sin tener que andar contando siempre calorías, pese a que esta ha sido una semana sin cuidado extremos de igual modo me siento una diosa con cuerpo de princesa, sonriendo, disfrutando de las pequeñas cosas de la vida... Creo que así soy feliz....



No quiero una vida privándome de algún que otro gusto, tampoco pienso tirar por la borda los esfuerzos que hice para sentirme bien conmigo mismo, es cuestión de equilibrar una cosa con la otra. Mente sobre cuerpo.

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